Es una prueba tanto diagnóstica como preventiva, ya que permite detectar el origen de algunos dolores o molestias en los pies, rodillas, caderas y espalda; y también prevenir posibles problemas antes de que aparezcan o se desarrollen, tanto en la infancia, como en la edad adulta.
Con el estudio de la pisada obtendremos los resultados y los medios necesarios para mejorar nuestro rendimiento deportivo.
El estudio de la pisada paso a paso
- Exploración muscular y articular, con el fin de reconocer los rangos de movimiento, las limitaciones, retracciones y cualquier tipo de dato relevante en la morfología del aparato locomotor del paciente.
- Se estudian los ejes mecánicos de la pierna, la pelvis y la espalda. Con la finalidad de localizar posibles desequilibrios que puedan ocasionar lesiones.
- Se examina la pisada descalza, en estática y dinámica, para ver el movimiento de todo el conjunto musculo-esquelético y cómo repercute ésta con el movimiento del resto del cuerpo.
- Se hace un estudio del equilibrio, a fin de identificar posibles basculaciones.
- Y por último se detallan las posibles alteraciones localizadas.
Esta evaluación es clave para identificar y tratar de forma personalizada cualquier inconveniente de la marcha, desde la rehabilitación de lesiones, hasta la mejora del rendimiento deportivo mediante el uso de plantillas personalizadas que darán solución al problema.
El estudio de la pisada se suele recomendar a personas que practican deporte, pero también a aquellas personas que noten molestias en las articulaciones o músculos, sin causa aparente, y a niños para controlar la evolución de posibles alteraciones que repercutan en problemas futuros.